Conoce cómo fortalecer el sistema inmunológico

Con los cambios de clima suelen llegar diversas enfermedades, especialmente las relacionadas con resfriados, tos y gripe. En esos momentos es cuando nos acordamos de tomar vitaminas para no enfermarnos y fortalecer nuestro sistema inmunológico.

Pero tener un sistema inmunológico fuerte no solo nos ayuda a prevenir resfriados, sino otras enfermedades intestinales, estomacales, crónicas o infecciosas. Incluso es posible combatir padecimientos más graves, como el cáncer.

Es por esto último que hoy, en el blog de Vida es Primero, te contaremos cómo puedes fortalecer tu sistema inmunológico con unos sencillos cambios en tu estilo de vida. ¡Toma nota!

Aliméntate bien

Una alimentación saludable es la base de un sistema inmunológico fuerte. Para esto necesitas tener una dieta balanceada, en la que incluyas todos los grupos alimenticios en una medida adecuada: granos integrales, frutas, vegetales, proteínas y carbohidratos.

Alimentarse bien significa poner atención en lo que comes, optar por frutas, verduras, carnes magras, lácteos de buena calidad y desnatados. Por otro lado, una buena alimentación implica evitar o reducir el consumo de azúcares refinados, grasas saturadas, un exceso de sal, refrescos y bollería industrial.

Al comer bien obtendrás los nutrientes que tu cuerpo necesita para funcionar correctamente a diario. Y el evitar los alimentos ultraprocesados te ayudará a que los minerales y vitaminas sean absorbidos por tu organismo.

Haz ejercicio

El deporte no solo te ayuda a mantener un peso corporal saludable: ¡el movimiento es vida! Hacer actividad física de forma regular te ayudará a tener más energía, a dormir mejor, a controlar la ansiedad, a mejorar tu condición física, tener un estado de ánimo positivo y muchos otros beneficios que probablemente ya conozcas.

Pero lo que no sabes es que el ejercicio también tiene beneficios para tu sistema inmunitario. Esto se debe principalmente a que la respiración que realizas al estar en movimiento ayuda a eliminar las bacterias de los pulmones y vías respiratorias.

El ejercicio también provoca cambios en los glóbulos blancos, es decir, las células que combaten las enfermedades. Estas circulan con más rapidez cuando te ejercitas, por lo que detectan cambios en las células relacionados con enfermedades y combaten a los microorganismos de forma más eficaz.

Esto significa que probablemente te enfermes menos de resfriados, gripes y otras enfermedades, incluso aunque salgas a correr en las mañanas.

Además, la elevación de la temperatura que provoca el ejercicio impide el crecimiento de las bacterias de forma similar a cuando tenemos fiebre.

Controla tu estrés

Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo libera hormonas como el cortisol y la adrenalina, que nos hacen más susceptibles a enfermedades, ya que las defensas bajan debido a que el cuerpo se prepara para reaccionar ante una situación que considera como de riesgo.

Por otro lado, cuando estamos estresados disminuyen los glóbulos blancos, lo que aumenta el riesgo de que nos enfermemos.

Duerme lo suficiente

Uno de los factores que más debilitan a nuestro cuerpo es la falta de sueño. Al no descansar bien, nuestro organismo no puede liberar los mecanismos de autorregulación y relajación muscular, lo que estresa a nuestro cuerpo y se relaciona con infinidad de padecimientos.

Aléjate de los vicios

Evidentemente, no puedes estar saludable y tener un sistema inmunitario fuerte si fumas y bebes sin medida. Tanto el tabaco como el alcohol se relacionan con muchos padecimientos, ya que dificultan la circulación, aportan toxinas al organismo y se relacionan con otros hábitos nocivos como desvelarse o comer alimentos muy salados.

Suplementa tu organismo

En ocasiones necesitamos vitaminas suplementarias, ya sea porque somos intolerantes a un alimento, o porque no los consumimos en cantidades adecuadas. Las mejores para fortalecer el sistema inmunitario son:

• Vitamina A. Estimula la producción de linfocitos, que atacan a los agentes invasores y participan en la formación de anticuerpos para combatir infecciones.
• Vitamina C. Es muy conocida y recomendada para evitar los resfriados porque incrementa la producción de linfocitos, enzimas y anticuerpos, además es rico en antioxidantes y es una vitamina importante en la síntesis del colágeno, por lo que nos ayuda a tener una piel más bella y saludable.
• Vitamina E. Es un antioxidante que fortalece las paredes celulares, potenciando la función de los linfocitos.
• Vitamina D. Es una vitamina indispensable para el sistema inmunitario y que no siempre tenemos en cantidades adecuadas en nuestro organismo. Su función es activar a los linfocitos ante una infección.
• Vitamina B2 (Rivoflavina). Indispensable para la formación de glóbulos rojos y antioxidantes que retrasan el envejecimiento celular.
• Vitamina B9: Ácido fólico. Es muy importante para retrasar el envejecimiento, producir linfocitos y fortalecer el sistema inmunitario.
• Selenio. Este es un mineral que también influye en la producción de linfocitos y citoquinas, las cuales regulan el funcionamiento del sistema inmunitario.
• Zinc. Otro mineral que se relaciona con el sistema inmunitario, ya que ayuda a controlar el estrés oxidativo y combatir las infecciones.
• Omega-3. Ácidos grasos importantes para reducir la inflamación y neutralizar a los virus.

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